Además me encanta leer libro e historias ambientadas en ciudades reales. Mi autor favorito es Carlos Ruíz Zafón, un famoso autor de novela negra o de misterio catalán. Todas sus novelas están ambientadas en Barcelona o alrededores y una de las primeras cosas que hice cuando llegué para vivir en Barcelona fue recorrerme cada uno de los rincones de los que hablaba en sus libros… fue espectacular. Si os gusta la lectura os recomiendo leer la saga de El cementerio de los libros olvidados y visitar la ciudad desde el punto de vista de sus novelas (https://www.catalunya.com/ruta-la-sombra-del-viento-24-1-22?language=es). Como esta historia os puedo recomendar muchas más: leer a Cesar Pérez Gellida y visitar los rincones de Valladolid que aparecen en Mememto Mori, leer a Ildefondo Falcó y volver a visitar los monumentos de famoso Gaudí que aparecen en todas sus novelas, leer a Almudena Grandes y visitar el Madrid de la posguerra, leer a Manel Loureiro y visitar los encantaodos bosques de Galicia… 

Esto desgraciadamente no ha sido siempre así. Cuando estaba en el instituto la lectura era para mi lo más parecido a una tortura y en gran parte era culpa del listado de lecturas obligatorias recomendado por el MEP, Modelo de Parlamento Europeo. Este tipo de organismos pretenden fomentar la lectura a través de una serie de títulos que carecen de interés para el alumnado de secundaria. Son lecturas o clásicos que son realmente importantes leerlos para tener cierto conocimiento sobre la evolución de las novelas pero son lecturas que se deben de leer por iniciativa propia. 

No fue hasta casi 1 de Bachillerato cuando me propusieron, como lectura complementaria, La hija de la noche de Laura Gallego García y seguidamente El príncipe de la niebla de mi amado Carlos Ruíz Zafón. Para mí, estas dos lecturas lo cambiaron todo, cambiaron mi perspectivas sobre las novelas y fue a partir de ahí cuando empecé a buscar novelas por mi cuenta y a gustarme cada vez más y más la literatura.